“Este pago cuyo nombre indica la vegetación que en algún tiempo debió cubrirlo, comprende unas setecientas aranzadas, y es uno de los que gozan más crédito en el mercado: sus tierras son albarizas de excelente calidad y sus bajos y faldas de buen Bujeo: su idueño predominante es el Palomino con algún Cañocazo, Pedro Jiménez, Albillo y Cañocazo: dá excelentes mostos y vino dulce superior y se halla al Norte lindando con el camino de Lebrija y formando el centro del grupo de pagos comprendidos entre el anterior camino y el de Trebujena; tiene viñas de extensión grande y entre estas ha sido nombrada la llamada del Corregidor.”
Diego Parada y Barreto (1868)
Terminamos nuestro recorrido en el pago de Carrascal, al norte de Jerez de la Frontera, lindando por el oeste con Almocadén y Macharnudo Alto. Estando situado a unos 20 km de la costa, tradicionalmente se ha identificado Carrascal con la posición más al interior de los 4 grandes pagos Jerezanos.
El topónimo Carrascal sugiere que en este pago debía de predominar algún tipo de encina. Ya desde 1414 aparecen actas notariales de viñedos en el pago de Carrascal y en el siglo XIX ya se cita la existencia de 700 aranzadas de viña. Diego Parada y Barreto lo consideraba con Macharnudo los dos pagos de más fama.
Se sitúa en una de las cotas más altas del pago de Carrascal, a 113 metros. Son muchos los textos históricos que hacen referencia al Corregidor como la finca más conocida del pago de Carrascal. Sabemos que allí se cultivan viñedos al menos desde 1414 habiendo sido muy cotizados sus mostos llegando a ser la cabecera de la bodega Sandeman. El viñedo se extiende sobre unas 60 hectáreas de albariza y está constituido por diferentes variedades autóctonas del marco, a destacar 9 hectáreas de Pedro Ximenez, 3 de Tintilla de Rota y 29 de Palomino fino (84) de unos 45 años de vejez.
Construida posiblemente en la primera mitad del siglo XIX su nombre está vinculado a la figura del Corregidor de la ciudad de Jerez. La casa tiene una forma cuadrangular de gran volumen y aún mantiene en sus cuatro esquinas garitas de vigilancia con aspilleras. A su alrededor se expande un almijar usado tradicionalmente para el asoleo de la uva.
Aquí nace el proyecto, que quizás más repercusión a nivel global ha generado de la bodega. Jereces a la antigua usanza, de una única viña, de una única añada y sin fortificación por la concentración y calidez de su viñedo.
Bodegas Luis Perez ha sido beneficiario/a del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, cuyo objetivo es conseguir un tejido empresarial más competitivo y gracias al cual ha acudido a la Misión Comercial Directa con Exhibición de Producto a Nueva York 2024. Esta acción tuvo lugar del 08 al 12 de octubre de 2024. Para ello, ha contado con el apoyo del Programa Pyme Global de la Cámara de Comercio de Jerez de la Frontera.