Poco a poco, y conforme el proyecto se asentaba pudimos comenzar nuevos retos con variedades autóctonas, como la Tintilla de Rota, que comenzamos a elaborar en el año 2011.
Desde 2013 estamos inmersos en el proyecto de La Barajuela que nace con el propósito de recuperar el Jerez desde la viña. El suelo de albariza y las cepas de Palomino Fino de más de 40 años de la viña El Corregidor nos han permitido elaborar unos jereces muy personales basados en la identidad única de cada terruño.